PAFIYAMA. Fibrilación Auricular en atletas

lunes, junio 26, 2017



Como os he contado muchas veces no son pocas las personas que llegan a este blog buscando información sobre FA, son casi siempre corredores o deportistas y con muchos de ellos me escribo con frecuencia, compartimos experiencias, dudas, ánimos y miedos. En privado algunos hemos puesto en común y comentado unos artículos recientes sobre el llamado Síndrome PAFIYAMA.
Parece un palabro japonés pero en realidad es un acrónimo de esos: (Paroxysmal Atrial Fibrillation In Young And Middle-Aged Athletes), en castellano, FA paroxística en atletas jóvenes y de mediana edad, vamos, que parece lo mío y lo de muchos. Yo lo he descubierto gracias al blog de Cardilogía Deportiva Rema de el Dr. Fernando de la Guía que se hace eco de un reciente estudio. Dice el doctor:


"En nuestras consultas empezamos a tener un aumento considerable de atletas (ciclistas, corredores, remeros, esquiadores de fondo, etc.), habitualmente sanos, jóvenes o de mediana edad, que acuden por episodios de palpitaciones sintomáticas que corresponden a episodios de fibrilación auricular (FA) paroxística."


Los autores de este artículo (Fabián Sanchis-Gomar y Carme Pérez-Quilis) del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, Fundación Investigación Hospital Clínico Universitario de Valencia, Instituto de Investigación INCLIVA (Valencia) e Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre (‘i+12’) de Madrid, realizan un especial hincapié en diferenciar el nuevo síndrome de PAFIYAMA de la "FA clásica" con respecto a la fisiopatología, el diagnóstico y el manejo terapéutico. 

La incidencia real del síndrome de PAFIYAMA puede ser mucho mayor de lo esperado, y los casos que han sido diagnosticados hasta ahora sólo pueden representar la "punta del iceberg".  En general, estos pacientes no tienen información sobre el mejor manejo de su condición, y varias dudas emergen inmediatamente al momento del diagnóstico: ¿Podré seguir entrenando o practicando ejercicio físico? Si es así, ¿Cómo? ¿Cuánto cuesta? ¿Qué tipo, frecuencia e intensidad?


Dice el Dr. Fernando de la Guía en su blog;



"Evidentemente no nos encontramos ante "pacientes típicos", estamos ante gente con hábitos sanos, sin patología de base, generalmente sin factores de riesgo cardiovascular, lo que cotidianamente conocemos como "gente sana", que tienen el deporte como parte esencial de su vida. No es fácil, y os lo digo por experiencia, tomar decisiones sin que "choquemos" con el deseo del deportista. Se indica en el artículo que el síndrome PAFIYAMA pronto podría convertirse en un problema de salud pública si se tiene en cuenta el gran número de personas que realizan regularmente ejercicios de resistencia. Por ello, aconsejarle a un deportista que acude a nuestra consulta que debe cesar o aminorar su entrenamiento, o que debe dejar de llevar a cabo la práctica de un ejercicio físico intenso, no es tarea sencilla."

Pues eso, que no lo queremos dejar, pero por lo menos se entiende. Y aquí viene la parte interesante del asunto Carme Perez-Quilis, Giuseppe Lippi, Gianfranco Cervellin, Herbert Löllgen y Fabian Sanchis-Gomar llegan más lejos y nos dan las recomendaciones, qué ejercicio se debe hacer y en qué medida.



  1. El síndrome PAFIYAMA no debe impedir al deportista a seguir realizando ejercicio y poder llevar una vida plena y activa. El ejercicio siempre es recomendable. 
  2. Deberemos modular la actividad física, limitando el número e intensidad de las crisis de FA, sobre todo en aquellos deportistas que han sido recientemente diagnosticados y presentan dilatación auricular.
  3. Debemos informar al deportista que puede realizar con seguridad un ejercicio físico de forma regular, e individualizar a la hora de "prescribirles" la frecuencia y duración del ejercicio, informarles sobre posibles precipitantes de las crisis de FA, los síntomas asociados más habituales, las formas para revertir la arritmia, etc, siendo aquí muy importante el papel del cardiólogo con experiencia en medicina deportiva.
  4. La posibilidad de la estrategia de "pill-pocket" (píldora en el bolsillo) durante el ejercicio, debe ser consensuada con el cardiólogo deportivo. Las actuales guías europeas recomiendan no hacer ejercicio mientras el episodio de FA persiste y/o descansar durante al menos 6-8 horas después de haber tomado flecainida o propafenona.
  5. El ejercicio de resistencia con una intensidad ligera a moderada es protector para el desarrollo de FA, por ello se aconseja realizar un mínimo de 150 minutos/semanales de ejercicio.
  6. Los programas de entrenamiento de ejercicio aeróbico individualizados en cuanto intensidad, duración y frecuencia, son muy recomendables.
  7. La intensidad del entrenamiento no debe superar el 85% de la frecuencia cardíaca máxima, 200 minutos/semanales y 3-5 días/semana, en sesiones de no menos de 10 minutos de duración. Es muy recomendable el uso de un medidor de frecuencia cardíaca.
  8. Si el deportista presenta síntomas con el ejercicio (palpitaciones, dolor en el pecho, falta de aire o agotamiento), deberá cesar la actividad física y consultar con su cardiólogo.
  9. Recomendable realizar 2 días a la semana actividades de fortalecimiento muscular (piernas, brazos, espalda, pecho, abdomen y hombros).
  10. Es obvio indicar que el consumo de bebidas alcohólicas y energizantes debe evitarse, sobretodo durante el ejercicio.
  11. La terapia de 1ª línea recomendada en deportistas profesionales sería el empleo de fármacos antiarrítmicos y/o la ablación de venas pulmonares, ya que difíy evidenciascilmente van a aceptar frenar o parar su actividad deportiva.


    Sin saberlo, por casualidad, por instinto o porque la rodilla no da para más, pero llevo meses sin superar el 85% de mi frecuencia cardíaca, corriendo como mucho 4 días a la semana, haciendo más de 150 minutos de ejercicio a la semana, pero sin superar los 200 minutos de carrera semanal y hago dos días a la semana Entrenamiento Funcional donde sufro agujetas en piernas, brazos, espalda, pecho, abdomen, hombros y pestañas. Lo de las bebidas alcohólicas y energizantes también lo tengo penosamente comprobado, el alcohol aunque sea en poca cantidad es uno de los desencadenantes de los episodios de FA sobre ello hay muchos estudios y evidencias.

    ¿Casualidad o ciencia? Prefiero pensar que estoy haciendo las cosas medio bien. Llevo medio año sin episodios, en noviembre tenía fecha para hacerme una ablación y decidí posponerlo aunque no es algo que descarto. Puede que solo sea una buena racha temporal pero bienvenida sea. 


    Como dicen en el artículo se trata de seguir haciendo lo que nos gusta pero siempre con seguridad y de forma saludable y con un diagnostico adecuado.


    Gracias a toda la gente que se preocupa y me pregunta.

    FUENTES


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    1 comentarios

    1. Buen aporte Alex y bien resumido, ya lo había leido hace unas semanas. Y la verdad que da esperanza. y agradece leer estas cosas.

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